Bailamos al ritmo de la música que caracteriza cada momento, sea bueno o malo, algunos son cobardes y por caer dejan de bailar, nunca vuelven a levantarse para demostrarle al mundo que son grandes bailarines, otros siempre siguen bailando, hasta cuando caen, se deslizan al propio pulso y vuelven a levantarse, de esos es a los que quiero pertenecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario