El hambre baña las calles, el cielo se tiñe de negro, la droga abunda en los cuerpos inocentes de los niños, la gente cierra los ojos a tanta injusticia, a tanta corrupción, a tanta crueldad, a tanta matanza, suspiran apenados y siguen caminando, nadie piensa por un segundo que es lo que se puede hacer para llegar a una solución, nadie se da cuenta, nadie quiere ver. 
Y entre todos estos están ellos, que necesitan abrirse camino a una vida prometedora, están ellos que quieren tener un futuro en el cuál todos puedan ser escuchados y nadie vuelva a sentirse ignorado, están ellos que a pesar de todo siguen luchando por lo que en un principio debería ser suyo, derechos que fueron arrebatados de sus manos, derechos aniquilados, derechos olvidados, derechos que temen volver a reconstruir. Vos que te morís de hambre y nadie dice nada, nadie hace nada. Vos que te morís por probar una última gota de agua y nadie dice nada, nadie hace nada. Y del otro lado está él, él que lo tuvo todo pero aún así le faltan cosas, él que lucha por que sus padres puedan permanecer más de dos segundos en la misma habitación, él que mantiene un promedio impecable, pero más allá de eso se califica como un desastre humano, él que quiere escapar de su vida, él que es criticado por ello, él que nunca será comprendido, claro él tiene plata, claro él no necesita nada, él que deja pisotearse por los ignorantes, él que le tiene miedo a la sociedad, él que no planeo un presente, él que no planea un futuro. Y a pesar de ser tan diferentes, ellos dos comparten una idea, una razón que les permite seguir viviendo, una lucha incesable por lo que les han robado y por lo que les seguirán robando, ellos que prefieren destacarse de entre los demás haciendo algo, ellos que eligieron vivir, ya que existir es fácil, pero vivir es todo una odisea. 



(Este seria el cuento , con el que participaría)

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